martes, 25 de noviembre de 2008

Correspondencia

Hola, ¿cómo estás?

Te escribo esta carta porque, haciendo un ejercicio de mea culpa debo reconocer que últimamente no hemos tenido la mejor de las comunicaciones, al punto de perderla por completo y, reconozco, que en gran parte es por mi culpa, por el desespero y la profunda tristeza que me causó nuestra ruptura, lo cual me nubló la capacidad de ver las cosas de una manera más clara, menos enrollada, lo cual conllevó a este mutis asfixiante.

Creo estar seguro de que no quieres saber nada de mi vida, aunque contigo nunca nada era seguro (y eso me encantaba de nuestra relación) y en nuestra última comunicación te dije, lleno de ira, que nunca más sabrías de mí. Terrible error, más que un error es una mentira, porque, hoy día, comprobé de forma científica que para algunas cosas aún te necesito, aunque sea para decirte que cambié la marca de crema dental.

También cambié algunas cosas en "El Palomar", pensando en que quizás a ti te gustaría, aunque en el fondo a mí me gustan más así: Ahora los cortes de carne los guardo en porciones dentro de bolsitas herméticas, siempre hay hielo en el congelador, compré finalmente la tablita para cortar y los ganchos para colgar la ropa que tanta falta hacían en el closet. Me quedó el gusto por el queso crema y la pasta corta y finalmente compré el enjuague, ese y que huele a tango, y que tanto querías probar en nuestra ropa. Sigo viendo Fear Factor, imaginando que tu haces lo mismo. Por cierto, antes de que lo olvide, aún conservo tu paquete de masa de pastelitos, el que le compraste a JP y se quedó en mi refrigerador. Allí estará, porque, por decir la verdad, no tengo el valor de freírlo porque sería como acabar con un recuerdo suyo.

También me gustaría decirte, aunque no estoy seguro de que te resulte importante saberlo, que mi cama siempre está tendida, los platos limpios y que el conserje no ha arreglado aún la estufa. V siempre me pregunta por ti y por JP e insiste en que vayamos a visitarlos. Como entenderás he tenido que arreglármelas para sortear esa situación con ella, y creo que deberá ser así hasta que, algún día, si es que a caso pasa, ella los entierre en su recuerdo de forma definitiva, o simplemente crezca y comprenda toda esta situación. Ahora paso muchísimo más tiempo con ella y ha sido de gran ayuda, una excelente compañía y aunque parezca exagerado, dentro de su inocencia también ha sido una perfecta consejera. Tenemos un nuevo saludo, nos encanta usarlo delante de la gente que nos mira con el rabito del ojo mientras nosotros nos reímos con complicidad.

Del trabajo no hay mucho que decir. En el periódico todo sigue igual y en la universidad tengo un excelente grupo de alumnos, más de cincuenta (casi sesenta) a quienes me encanta aterrarlos y al mismo tiempo consentirlos, ya sabes cómo soy, me paso de pana. Retomando un poco el inicio de esta carta, quiero tomar la iniciativa y, nuevamente, ofrecerte disculpas por mis torpezas y mi falta de delicadeza para muchísimas cosas, tal vez la mayoría de las cosas, pero aún así, pienso (estoy convencido) que, después de dos años amándonos hasta el tuétano de los huesos, de las formas más extremas y alocadas, de darnos tantas cosas y de compartir hasta el cepillo de dientes, no entiendo cómo podemos dejarlo todo a un lado y desperdiciar la posibilidad de seguir contando el uno con el otro, de continuar la relación con la cual comenzamos a conocernos y que tanto me esmeré en cultivar. Nuestra amistad.

Porque, ciertamente ya no podemos ser pareja, amantes, novios; pero no sé por qué tenemos que terminar con lo que, finalmente, fue lo más lindo que hubo entre nosotros: justamente nuestra amistad. Sí, nuestra amistad. Porque ¿sabes? Haciendo un balance del tiempo que compartimos juntos, me di cuenta de que las grandes cosas que hice por ti (si es que alguna se puede catalogar de grande) fueron por la amistad, y creo que lo mismo fue de tu parte, que cada cosa inmensa que recibí, las recibí de la mejor amiga que he tenido, tan buena que, sé, a ciencia cierta, que un buen tiempo me amó apasionadamente y me dedicó grandes experiencias, y compartió conmigo sus más importantes sueños y logros, esa con quien, en contra de todo pronóstico, era capaz de volverme a casar aunque un día juré no volver a hacerlo.

Sólo me queda despedirme, deseándote que sigas siendo la mejor en lo que tu sabes serlo, porque dentro de mí lo seguirás siendo para in sécula seculórum.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Juán, me duele leer tu carta a esa persona (tiene que ser muy especial para tocarte asi). Te cuento lo que veo, creo que tu todavía la quieres, e intentas acercarte a ella con la excusa o la intención verdadera de una amistad, pero que en realidad es amor y quieres llenar el vacío de su ausencia. Igualmente, si me equivoco (que no creo) y en realidad lo que buscas es la antigua amistad, sin ningún tipo de intencion sexual o romántica de por medio, pienso que seria bueno para ambos dejaran pasar el tiempo, porque a mi parecer, esas relaciones tan intensas que terminan de pronto son dificiles de asimilar, sobre todo es dificil pasar de ser amantes, novios, pareja, acompañantes en la vida a simplemente amigos, y no con esto quiero menospreciar la amistad, que es algo tan hermoso, es que son dos sentimientos muy diferentes, y un cambio muy fuerte que no se da de la noche a la mañana, hay muchos recuerdos gratos y no tan gratos, muchas emociones, muchas imágenes que están demasiado frescas y que serán revividas tan pronto hagan contacto visual, es mejor dejar calmar las aguas, e incluso que rehagan sus vidas con otras personas, asi borrarán cualquier pasado bueno o malo y podrá resurgir la amistad, y quizás hasta fortalecida, de pronto hasta te des cuentas de que lo que sentías no era amistad ni amor, sino costumbre, como lo diría la maravillosa Rocío Durcal, pero eso pasará cuando sanen las heridas y vean todo con nuevos ojos. Te quiero mucho, espero seas muy felíz.

Juan Luis Urribarrí dijo...

Hola "Anónimo", gracias por comentar y por quererme mucho. Sólo tengo que decirte que respeto muchísimo tu punto de vista, pero no lo comparto. En resumen, sólo voy a decir que lo que más siento de la ruptura no fue perder unos ricos labios, explosivas caderas y bellas piernas; ni el afecto romántico de la relación. Lo único que extraño profundamente es a mi mejor amiga.

Saludos

Anónimo dijo...

Entonces dale tiempo para que todo sane y se olviden los ratos amargos, y verás que si en verdad eran tan buenos amigos, todo volverá a ser como antes. Que todo te salga bien. Te quiero.

Anónimo dijo...

¡Ay profe!, no sufra por esa, yo puedo ser su novia, amante, amiga, lo que quiera, cada vez que lo veo en la universidad me produce de todo. Cuando sepa que la olvidó, le diré lo que siento. Mientras tanto, seguiré amándolo en silencio.

Juan Luis Urribarrí dijo...

Para el último comentario: Anónimo, me siento halagado, como hombre, por lo que dices en este post; pero, aunque entiendo que como docente no tengo las formas para controlar lo que mis alumnos piensan de mí, o sienten por mí, debo aclarar que mi única intención y finalidad en la academia es meramente profesional: aportarles un pedacito de mi experiencia y conocimientos para que sigan en esta carrera. Gracias por leerme, gracias por comentar, sigue pasando por mi Cantina y gracias... por el halago.

El Cantinero

Anónimo dijo...

Profe no me diga eso si supiera cuantas noches he soñado de estar con usted en sus brazos. Pero Bueno "Yo no me doy por vencida"
Lo adoro y lo admiro.

Juan Luis Urribarrí dijo...

Para Anónimo: Gracias por leerme, gracias por comentar, sigue pasando por mi Cantina

El Cantinero

Dina Camacho dijo...

huy pero que!!!
lleno de fans!!

bueno esta es mi primera vez
por aca.. por supuesto
y al leer este post pienso un poco en algo similar que me esta pasando

te pille en la soho!
nos estamos leyendo
au revoir maracucho!!

Dina Camacho dijo...

lo descubri en la soho y me dije
por que no pasar a la cantiana del maracucho pa ver que es lo que hay de tomar....

me voy un poco ebria y como mala boracha que soy me da la nostalgia sobretodo al leer este post... que por el mareo casi no logro terminar, lo unico que puedo decir es que en realidad lo que uno termina perdiendo en a la mejor compañia...

bueno volvere eso espero
si no me olvido con la resaca de la direccion

Dina Camacho dijo...

aa y sobre todo que delicia de musica no jodaaaaaa
buena seleccion!

Juan Luis Urribarrí dijo...

Dina Camacho, bienvenida a esta humilde Cantina. Me siento halagado al saber de tu embriaguez :) Gracias por tan cortés visita y tan expresivos comentarios. Vale, gracias a ti me enteré que SoHo ubicó mi blog entre los más destacados WoW!!! Emocionante reconocimiento, aunque me gusta más el que tu me haces.

Siempre serás bienvenida, esta es tu Cantina

Widelmar dijo...

Hola Juan

A casi seis meses de nuestra ruptura decidí leer con "cabeza fria" tu escrito. Tomarme el tiempo, calidad de tiempo, para "saborearme" esta correspondencia. Confieso que me puso el corazón chiquitito, y un nudo insoportable en la garganta. Fueron excelentes momentos Juan, por eso seguiremos siendo grandes amigos para toda la vida. Te quiero muchísimo.